Gabriel ‘King’ Rosado tuvo otra gran demostración de coraje, pero eso no fue suficiente para un sólido rival como David Lemieux.
El canadiense superó al peleador de origen puertorriqueño por nocaut técnico a los 1:45 del décimo asalto en el choque estelar de un cartel celebrado en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, y producido por la empresa Golden Boy Promotions.
Una severa inflamación en el ojo izquierdo, que obligó tres revisiones de los médicos de la Comisión Atlética de Nueva York, fue al final la causa de la detención del combate en décimo asalto. Rosado había sido derribado en el tercer asalto.
Lemieux, que ascendió su marca a 33-2 y 31 nocauts, obtuvo el título regional del peso Medio de la Federación de Boxeo de Norteamérica, filial del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
“Rosado es mucho mejor de lo que yo pensé”, dijo Lemieux tras la victoria, que lo colocó como uno de los contendores del título mundial que está en manos del puertorriqueño Miguel Ángel Cotto.
“Hay que aplaudir a Rosado por su actuación, pero mi preparación fue muy diferente. Sé que él quería llevarme a aguas profundas para ganarme, pero yo vine preparado para doce asaltos”, aseguró Lemieuex, quien no tardó en mencionar cuales serían sus expectativas para el 2015.
“Yo soy un 160 libras y quiero ser campeón del mundo. Quiero pelear con cualquiera en las 160. Con Peter Quillín, Miguel Cotto o Gennady Golovkin. Quiero pelear con cualquiera de ellos. No les tengo miedo”, indicó.
En la acción del combate, Lemieux hizo retroceder temprano a Rosado con un sólido ataque encabezado por potentes rectos de derecha y gancho de izquierda. El natural de Montreal, sudó confianza ante un rival que tuvo inmediata respuesta y que también lució efectivo trabajando al cuerpo.
=Un gancho de izquierda hizo que el pómulo izquierdo de Rosado, que ya ha sido lastimado en el pasado, comenzara a inflamarse. Lemieux lastimó a Rosado con un sólido golpe al cuerpo en el segundo asalto. El ‘King’, sin embargo, se mantuvo lanzando combinaciones cortas y no siendo un blanco estático.
El canadiense descargó toda su ira en el tercero, conectando a Rosado con un sólido gancho de izquierda a la barbilla. Luego le repitió la dosis enviando a Rosado por primera vez a la lona y obligando el conteo del referí Steve Willis.
Rosado sobrevivió el huracán de Lemieux y en el cuarto asalto ambos encarnizaron otra guerra en donde el ‘King’ colocó en problemas al canadiense. Con una gran inflamación en pómulo izquierdo, Rosado castigó a Lemieux y cuando pensó que ya tenía el control, el canadiense le respondió con metralla.
“Es un gran boxeador y en el segundo asalto me tiró a la lona. Fue bastante difícil verlo, el ojo se me hinchó demasiado. No lo pude ver y no tuve suerte nuevamente. Es un gran boxeador y le doy mis respetos”, comentó Rosado, que sufrió su novena derrota profesional (21-9-13 KO’s).
Rosado estuvo muy efectivo con su ‘upper’ de izquierda. Lo acertó bien en el cuarto y también abriendo el quinto.
El tercer hombre pidió al doctor de la Comisión Atlética de Nueva York que revisara el maltrecho ojo de Rosado en el inicio del séptimo. Rosado sobrevivió el asalto y en el octavo, Lemieux continuó con su plan inicial.
Un gancho de izquierda al cuerpo de Rosado, coronó el ’round’ a favor de Lemieux quien se mostraba más pasivo y selectivo con sus golpes.
Una segunda visita del doctor de la Comisión se produjo en la apertura del noveno asalto.
Lemieux intentó mermar temprano a Rosado en ese asalto, pero el peleador de padres puertorriqueños sacó un segundo aire y trajo de vuelta su ‘upper’ de izquierda que hizo retroceder a su oponente que tampoco se quedó de brazos cruzados.
Una tercera visita del médico de la Comisión se produjo en la apertura del décimo. El fornido peleador de Canadá desplegó una nueva sólida ofensiva en la apertura de ese asalto, y tambaleó a Rosado con una derecha al mentón. El árbitro Willis pidió en varias ocasiones a Rosado que le mostrará más actividad. Willis se quedó muy cerca de ambos, agarró a Rosado por la cintura y detuvo el choque a petición también de los doctores.
Por Carlos Narváez Rosario
Especial para ESPNDeportes.com
